Nutrición: El agua, componente fundamental.
- Pilar Cuesta
- 19 abr 2015
- 2 Min. de lectura
"El agua es la fuerza motriz de toda naturaleza." - Leonardo Da Vinci.
El origen etimológico de la palabra hidratación procede del término griego “hydros”, que significa agua.
El agua es el principal componente de la sangre, la cual transporta oxígeno, nutrientes, hormonas y multitud de otras sustancias a las células, y elimina los subproductos metabólicos de estas. Es un componente fundamental para nuestro mecanismo de regulación de la temperatura y los electrolitos contenidos en ella regulan la cantidad de fluidos dentro y fuera de las células.
Si tenemos en cuenta que el 80% de nuestra composición corporal es agua, no será difícil entender la importancia de la hidratación para mantener un buen estado de salud. Entiéndase por hidratación el acto de ingerir líquidos en variadas formas de manera continua y permanente con el objetivo de reemplazar los líquidos que el organismo gasta, de manera natural, especialmente durante la actividad física por la sudoración y transpiración. Pero aún en reposo el organismo disminuye el nivel de hidratación ya que continúa consumiendo los líquidos para sus funciones vitales y esperar a la sensación de tener sed para beber agua garantiza que estarás en un estado de infrahidratación,
No es difícil entender que la hidratación se produce gracias a la acción del agua, y que como consecuencia, si el resto de bebidas hidratan es porque están elaboradas en su mayor parte con agua.

Mantener el equilibrio de fluidos en nuestro organismo a través de la ingesta del agua nos ayudará no solo a asegurar el desempeño de nuestras funciones vitales sino además a mantener el rendimiento deportivo. Una correcta hidratación nos asegura, entre otros, la disminución del incremento del latido cardíaco, la disminución del aumento de la temperatura corporal, mejora el flujo sanguíneo y el retraso de la fatiga.
Según el Instituto de Agua y Salud, del 20% al 30% del agua diaria incorporada al organismo proviene de alimentos sólidos por lo que el 70%-80% restante debemos incorporarlo mediante la ingesta directa de agua. En función de esos parámetros se recomienda consumir al menos entre 2 y 3 litros de agua al día. Cuando se presenta la sensación de sed es cuando el organismo manda señales al cerebro para alertarlo de ese estado de deshidratación, por lo cual es siempre recomendable consumir líquidos incluso cuando no se tiene sed.
Fuentes:
Instituto Agua y Salud
Declaración de consenso científico en relación con la importancia de la hidratación y la ingesta total de agua para la salud y las enfermedades. 29 de noviembre de 2006 – Washington, DC (EE.UU.)
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